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Sólo para adictos al relato corto.
Yo también quise ser K
Un encierro de estudiantes, la vida que empieza a nadar por sí misma entre confusiones, nuevas experiencias y viejas frustraciones. Pero también el nacimiento de una vocación, de una forma de enfocar el futuro, de un caminar que encierra más interrogantes que certezas pero que define una forma de estar en el mundo. Porque las cosas rara vez se dan en estado puro, porque los seres humanos no son en un solo plano. Un recuerdo, la imagen del yo que fuimos y que pocas veces se parece al yo que somos y un sueño.
Yo también quise ser K
Un encierro de estudiantes, la vida que empieza a nadar por sí misma entre confusiones, nuevas experiencias y viejas frustraciones. Pero también el nacimiento de una vocación, de una forma de enfocar el futuro, de un caminar que encierra más interrogantes que certezas pero que define una forma de estar en el mundo. Porque las cosas rara vez se dan en estado puro, porque los seres humanos no son en un solo plano. Un recuerdo, la imagen del yo que fuimos y que pocas veces se parece al yo que somos y un sueño.
Un lema, una consigna, casi un mantra. Pero también la historia efímera de una esperanza truncada nada más nacer. Y un comienzo. El empezar de una vida que despierta a un mundo lleno de contradicciones y frustraciones, pero en el que todavía es posible que la historia cambie de curso, que los deseos de justicia e igualdad sean capaces de crear fuerzas que desborden el árido cauce trazado por los poderosos. Y un pelo rizado y unos ojos negros y una sonrisa ancha, como la de "Te recuerdo Amanda". ¿Restos de otros tiempos o lecciones para el presente? Cada cual decida.
Laura es un recuerdo que vuelve, la historia de un tiempo que pasó. Un pasado que siempre retorna, quizás porque nunca se fue, tal vez porque, en contra del dicho tradicional, el tiempo no cura nada. A lo sumo, el tiempo, esconde sus raíces dentro de nosotros sólo para volver a brotar en el primer instante en el que bajamos la guardia.
Instrucciones para escribir un cuento malo.
Una autoridad de reconocido prestigio te guiará por la difícil senda de escribir un cuento. Un cuento malo, que nadie espere milagros al primer intento, aunque lo mejor es que lo leas.